El romance con un narcicista.

Mi romance con un narcisista,
Tan amargo como la hiel,
Tan imponente como machista,
Me era cada vez más cruel.

Mi alma envuelta en silencios,
Sollozaba tras cada desplante,
Con mis ojos en lágrimas envueltos,
Y mi sonrisa amonestante.

Dígame, mi señor, 
¿En qué he fallado? 
¿Cuál ha sido mi pecado?
Si no otro más que amarle y desmedidamente a usted entregarme.

Dígame, mi señor, 
Si es que no he sido suficiente,
¿Le he aburrido o molestado?
¿He indagado y cuestionado?
¿Por qué no me ha amado?
Si lo único que intento es agradarlo.

Si tengo chance y oportunidad, 
Permítame un día ser como usted,
Y le prometo que será poco para lo que es ser yo a su lado,
No ha estado usted nunca a mi merced,
Más bien solo ha sido un abismático, insondable, incomprensible y complicado.


Comentarios