Diario de confesiones, parte I.

02 de enero del 2016.

¿Han sentido como se les va algo de la mano?¿Han sentido perder entre pantallas el valor de las miradas? o por lo menos ¿Han sentido que pierden a alguien y no pueden evitarlo? Yo no dejo de tener esta sensación desde el momento en que lo vi marcharse...

Eran las 12:00am la última vez que lo vi. Puedo cerrar mis ojos y verlo aun, sentir su olor, sentir nuestro amor en cada mirada, cada sonrisa. Y fue hermoso. ¿Y quién coños puede decirme que es inevitable no sentirme vulnerable? ¡Dios! ¿Acaso alguien no puede ponerse en mis zapatos y sentir como se me va lo más bonito de entre mis manos y lo terrible que es esta sensación?

Ya lo veo en mi mente, puedo ver como sale con sus amigos, como tarda en responderme, como se olvida de las fechas importantes... Como pierde facil el sabor de nuestros labios conspirados en un tierno beso, y como sus ganas aumentan llevandolo a tomar agua del mar para mitigar su sed.

¿Quién puede decirme que no será así? ¡Y OKAY! Pueden decirme "Confía en el" ¡BIEN! pero... piensen, el padre Alberto, quien tenía una poderosa relación con Dios no pudo contenerse, no pudo contenerse a admitir que era hombre y que detrás de aquella túnica habían unos pantalones con necesidades. Yo soy solo su novia, y ni siquiera el que fuera su esposa hace que el no tenga pantalones y que sienta necesidades. O sea... -Hice una sonrisa mueca- ¿Y ven? eso ni siquiera fue una sonrisa.

Debo admitirlo. Estoy a una distancia enorme de sus pantalones. Y sus amigos ¡Ay que les digo! ¿Son unos casanova? Si, esa podría ser la palabra. Entonces prácticamente solo es cuestión de unos seis meses para que empiece a darme cuenta de los cambios, y de que cada quien empieza una nueva vida. ¡Bien, que así no sea! ... ESPERO...




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