Siendo escritora en mi mente solo sobreviven las letras de miles de historias que las mayorías de veces redacto con mis lectores, pero, pocas veces como escritora me he limitado a contestar algunas preguntas, no porque no pueda responderlas, mas bien creo que en mis escritos les comparto una parte de mi a muchos, pero no soy capaz de hablar de la razón por la cual esta allí ese escrito o quien ha sido su autor en mi mente.
Hoy no quiero escribir sobre algo que me ha pasado, hoy como escritora atravieso una de las peores adversidades... Me estoy dejando morir, mis historias carecen de palabras para escribirlas. Me duele mucho admitir que estoy en lapso de muerte como escritora, que mi mente no esta redactando y que puedo ver dentro de mi como esta escritora se va sentando en una vieja mecedora mientras la luz del sol alumbra su rostro y su mirada sin parpadear derrama una tras otra lagrima por no poder redactar sus melancolías. No se ser una escritora de alegrías, y no tengo melancolías para escribir. Desde que comencé a escribir nunca he escrito un momento de felicidad, todas mis historias por mas felices que comiencen siempre terminan en eterna tristeza ¡Nunca he sabido ser una escritora de alegrías!
Ahora comienzo a agonizar en mis escritos, mi aliento esta dando su ultimo suspiro y puedo ver como mi lápiz y mi cuaderno se envuelven en una blanca tela de araña, mientras que mi escritorio se llena de polvo y mi silla comienza a coger carcomas. Y si deciden traerle una velita de cumpleaños a la escritora dentro de mi, con un deseo latente en ella, puedo ver como cierra sus ojos y sus labios susurran:
-No me dejes morir, quiero seguir escribiendo... -Se le ha echo un nudo en la garganta y se ha desmayado mientras yo me desespero y comienzo a gritar desahuciada.
-No te mueras, no engurruñes tus manos, toma el lápiz, por favor dame un escrito mas, no te mueras... por favor... -Lagrimas tras otras han empezado a caer y la escritora dentro de mi esta debatiéndose entre la vida y la muerte.
Hoy no quiero escribir sobre algo que me ha pasado, hoy como escritora atravieso una de las peores adversidades... Me estoy dejando morir, mis historias carecen de palabras para escribirlas. Me duele mucho admitir que estoy en lapso de muerte como escritora, que mi mente no esta redactando y que puedo ver dentro de mi como esta escritora se va sentando en una vieja mecedora mientras la luz del sol alumbra su rostro y su mirada sin parpadear derrama una tras otra lagrima por no poder redactar sus melancolías. No se ser una escritora de alegrías, y no tengo melancolías para escribir. Desde que comencé a escribir nunca he escrito un momento de felicidad, todas mis historias por mas felices que comiencen siempre terminan en eterna tristeza ¡Nunca he sabido ser una escritora de alegrías!
Ahora comienzo a agonizar en mis escritos, mi aliento esta dando su ultimo suspiro y puedo ver como mi lápiz y mi cuaderno se envuelven en una blanca tela de araña, mientras que mi escritorio se llena de polvo y mi silla comienza a coger carcomas. Y si deciden traerle una velita de cumpleaños a la escritora dentro de mi, con un deseo latente en ella, puedo ver como cierra sus ojos y sus labios susurran:
-No me dejes morir, quiero seguir escribiendo... -Se le ha echo un nudo en la garganta y se ha desmayado mientras yo me desespero y comienzo a gritar desahuciada.
-No te mueras, no engurruñes tus manos, toma el lápiz, por favor dame un escrito mas, no te mueras... por favor... -Lagrimas tras otras han empezado a caer y la escritora dentro de mi esta debatiéndose entre la vida y la muerte.
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