Atreverme a morir un poco.

No se que le pasaba a mi cuerpo, quería decidir por mi y podía hacerlo. Hacia lo que anhelaba sin el consentimiento de mi mente, quería descubrir por el mismo los simples placeres de la existencia, pero aun así mi mente seguía gobernando, no sabia exactamente por cuanto tiempo, solo sabia que por ahora controlaba mis actividades.

Fue obsesionante sentir como rozaban nuestros cuerpos, la pasión con que me arrastraba a formar uno en dos, la misma pasión con que mi cuerpo deseaba ser de el y de nadie mas, que fuera el primero y el ultimo... ¡Despierta! el mundo no es color de rosas, todo se nos esta permitido mas no todo no es conveniente, los deseos pueden esperar, deja que la mente controle y tome las riendas. ¡NO! no puedo, mi cuerpo me controla, solo quiere estar desnudo junto al de el, solo quiere ser adiestrado bajo aquella musculatura masculina que tanto me encanta.

Todos mis pensamientos son contrarios, la mente ordena, el cuerpo desordena y al final la decisión no esta en mi, ni en ellos; esta en el momento, en como ocurran las cosas, en como el se mueva, en que yo este deseando mas. Y a pesar de todas las dudas yo si sabia lo que quería, aunque admitirlo seria atreverme a morir un poco.