Depresión.

Entonces estaba allí, sola en mi recamara cuando gotas saladas salían de mis ojos y culminaban en mis labios; lleve una mano a mi barbilla y si, eran lagrimas, estaba llorando sin un motivo en especifico o al menos eso creía yo, estaba sumergida en un profundo mar de penas, en el cual mi vida era un desastre para mi, estaba deprimida... Quizás la solución era salir del encierro, ver la vida con otros ojos o buscar ayuda, pero sin embargo prefería sufrir; ¿Acaso es esa la típica vida de un adolescente en desarrollo, exponerse al dolor, sufrir porque si? quizás muchas veces es necesario sentir el dolor para poder comprender las cosas, aunque sentir dolor y torturarse con el mismo son dos opciones distintas y yo las estaba utilizando ambas. De pronto volteo porque siento la presencia de alguien observándome en silencio, pero no había nadie allí, solo mi reflejo frente al espejo, me observe varios segundos y no tarde en darme cuenta que si tenia un motivo para llorar, ¿Cual era? lo que todo ser humano no soporta, la fría soledad, podemos durar una semana sin agua, dos sin comida, pero nos mostramos frágiles ante la fría soledad, ante el sentir mas pesado de los pesares, el sentirse solo y abandonado; entonces este era mi caso. Estaba tan empeñada en complacerme a mi misma que termine alejando de mi a todos aquellos que se preocupaban por estar a mi lado y brindarme amor sin nada a cambio. ¿Porque complacer nuestros propios placeres termina alejándonos del compartir con los demás? esa es una duda para la que aun no tengo respuesta....