Ayer pensé en ti.

Ayer, ayer miles de imágenes venían a mi mente mientras el agua de la ducha caía de manera tierna sobre mi cuerpo; en un momento cerré mis ojos y lleve mis manos a la cabeza para acariciar mi pelo al mismo ritmo en que el agua lo mojaba, al cerrar mis ojos te vi en mis pensamientos y llegue a la conclusión de que siempre seras mi novio eterno; -cuanto me gustaría poder acercarme y revivir todo aquellos momentos a tu lado.- Cerré la regadera y tome la toalla para secar mi pelo y mi cuerpo, mientras lo hacia sonrisas denotaban en mi rostro, una carcajada tras otra y nuestros recuerdos rebotando otra vez en mi cabeza, instantáneamente deje de sonreir porque mi subconsciente junto a esos recuerdos me trajo el mas doloroso de todos, -el "adiós" que tu pudiste darme, pero que yo nunca te di- mi sonrisa desapareció y mi frente se empezó arrugar mostrando enojo, sentí como la rabia caminaba por todo mi cuerpo y todo ese amor que sentía al pensar en ti se convertía en odio, el peor de todos, el odio que desarrolle por todo el amor que algún día sentí, o que aun siento pero con rabia, mas de la normal. Salí del baño con mi pelo húmedo, llegue a mi cuarto, cerré la puerta con seguro, y mientras me vestía las lagrimas mas amargas llegaban a mi barbilla y caían al vació... De pronto me encuentro en un lugar lejano, pero lo lejano no le quitaba lo hermoso, el atardecer estaba como para sentarse a contemplarlo, miraba hacia lo lejano intentando ver algo mas, pero solo veía la grama sin final y el cielo azul sin limites, solo había un pequeño sendero construido en cemento y allí siento como el viento acaricia mi rostro, en un momento determinado me giro para ver mas de lo que contemplaba en ese momento y para mi sorpresa tu estabas allí y te acercabas a mi con dos vasos a mitad de coca-cola, sonreí al verte y ambos nos sentamos a observar el sol caer... sonríes cínicamente y me dices:
-¿Porque me miras tanto?
Me rió al escucharte hacer esa pregunta tonta, porque ya sabias la respuesta, sabias que moría por ti, no era un secreto para ninguno de los dos, pero te respondí de lo mas sonriente:
-No se, quizás eres un payaso y no puedo evitar sonreir al ver tu estúpido maquillaje.
Un silencio se hizo pero nuestras risas no faltaban, hasta que acabaste rompiendo el silencio diciéndome:
-¿Que somos? nunca pasa nada mas que una conversación entre nosotros, ni un beso, ni un "te amo"...
Yo fríamente te respondí:
-Lo que siempre hemos sido, novios sin serlo.
-¿Que? pero....
Te interrumpí antes de que terminaras la oración y dije:
-¡Pero nada! siempre he visto como las personas se llenan de amor y promesas para luego terminar siendo completos extraños, te quiero en mi vida, y si para tenerte en mi vida es necesario serlo todo sin ser nada, entonces así sera.
Me miraste con rabia, te paraste y abandonaste el lugar sin decir una palabra mas... De pronto sentí como se desvanecía todo aquello y yo te llamaba a gritos pero tu nunca volviste. Desperté llamándote a gritos en mi habitación, en mi cama; lleve una mano a mi cabeza, estaba sudada... ¡Menos mal! todo había sido un sueño, mas que un sueño una pesadilla. De pronto recordé todo, no te odiaba a ti, me odiaba a mi por haber sido una cobarde, -"No hay viaje mas largo que el que nunca emprendes"- tu nunca me dijiste "adiós" mis cortantes palabras te terminaron alejando de mi, yo no quería esto, tenia temor a perderte, tanto que al final termine haciéndolo...